El presidente de la Seccional Colorada N° 107, Gerardo Soria, publicó en su cuenta de Twitter un relato de los hechos que la Fiscalía no investigó en la era de Sandra Quiñonez.
El 8 de marzo de 2018, gracias a la designación del entonces presidente, Horacio Cartes, la señora Sandra Quiñonez Astigarraga se convertía en la primera mujer que asumía el cargo de Fiscal General del Estado de Paraguay.
El país pedía a gritos una institución acorde a la magnitud de su responsabilidad, la necesidad de contar con una persona honesta, firme, integra y por sobre todas las cosas entregada única y exclusivamente a la búsqueda de la justicia; “dar a cada cual aquello que se le debe».
Hoy se cumplen exactamente 5 años de aquella designación. Y lo que tenemos es un Ministerio Publico completamente opuesto a lo que debe ser, a lo que anhelamos y merecemos todos los paraguayos. Levantar la voz para reclamar las injusticias nunca será una pérdida de tiempo.
Un disparo a quemarropa al rostro del diputado Edgar Acosta, el ataque al Congreso Nacional, a la sede del Partido Liberal y el asesinato a Rodrigo Quintana, daban la bienvenida a Quiñonez, con la oportunidad perfecta para demostrar que la FGE tenía una nueva cara.
El proyecto fallido del Metrobús, con pérdidas multimillonarias para el Estado, daños incalculables de tiempo, esfuerzo y dinero para miles de familias afectadas directas e indirectamente. El sistema de tránsito rápido, BTR quedó en los bolsillos de quienes nos lo vendieron.
La impunidad con la que se manejaron las denuncias de corrupción hechas contra gestiones de intendencias y gobernaciones, el caso Messer, el avión carguero venezolano-iraní, que aterrizó en el aeropuerto Guaraní de Minga Guazú el 13 de mayo y despegó el 16 del mismo mes.
La mega incautación de cigarrillos en 7 puertos clandestinos de Saltos del Guairá, Canindeyú. Inacción en los numerosos casos de informes de la SEPRELAD y las últimas denuncias hechas por la Embajada de los Estados Unidos, que lamentablemente fueron ignoradas por la FGE.
Podemos seguir, sin embargo y a pesar de que el mal desempeño de las funciones fue un común denominador de Quiñonez, llegamos a 5 años de una FGE con carácter selectivo para investigar y que desconoció por completo su labor constitucional y principio de legalidad procesal.
Llegó el fin de una era oscura para el Paraguay, llegó el momento de despertar de la pesadilla. Un nuevo tiempo, nuevas esperanzas en un futuro, sin dueños ni patrones. Emiliano Ramón Rolón Fernández tiene la tarea titánica, devolver a la FGE la credibilidad vendida al mejor postor.