Chilavert ratifica ante Ministerio Público, acusación contra Alejandro Domínguez
El 27 de mayo de 2015 estallaba en Suiza el mayor escándalo de corrupción en la historia del fútbol mundial más conocido como FIFA Gate. A seis años de esa fatídica fecha, el presidente de la Confederación Sudamericana de Fútbol (Conmebol), Alejandro Domínguez es acusado hoy ante la justicia paraguaya de lavado de dinero, lesión de confianza, evasión de impuestos y asociación criminal, reviviendo así el oscuro pasado de la Confederación. La denuncia fue radicada por el tres veces mejor arquero del mundo, José Luis Chilavert.
Un día como hoy, pero del año 2015, amanecía en Zurich (Suiza) y el lujoso hotel Baur au Lac era escenario del histórico arresto de siete de los más altos dirigentes de FIFA, que formaban parte de los 12 acusados de fraude, asociación criminal y lavado de dinero por parte de la Fiscala de Nueva York, Loreta Lynch, entre ellos el paraguayo Nicolás Leoz (+), luego de una investigación de más de 10 años del Buró Federal de Investigaciones (FBI).
La nómina de acusados se extendería luego a casi 40 personas entre dirigentes de fútbol y empresarios de marketing deportivo, alcanzando la imputación a otro paraguayo, Juan Ángel Napout, quien actualmente cumple una condena de 9 años de prisión en los EE.UU.
Si bien las investigaciones se originaron en el seno de la FIFA, donde se detectó toda una estructura mafiosa que operaba a través de sobornos a los dirigentes para la elección de sedes para los Mundiales y la firma de millonarios contratos de televisión, fueron las Confederaciones de Centro y Norteamérica (Concacaf) y la Confederación Sudamericana de Fútbol (Conmebol) las más perjudicadas, especialmente esta última ya que fueron aprehendidos 9 de los 10 presidentes de Federaciones miembros del Comité Ejecutivo.
El único que se salvó fue el, hasta ese momento, presidente de la Asociación Paraguaya de Fútbol (APF), Alejandro Domínguez Wilson-Smith, el mismo que en enero de 2016, mediante una sospechosa maniobra y el apoyo del ya en ese entonces imputado y con orden de captura de Interpol, Marco Polo del Nero (ex presidente de la Confederación Brasileña de Fútbol – CBF), desplaza al uruguayo Wilmar Valdez (a quien correspondía por estatuto culminar el mandato de Napout) y se proclama presidente de la Conmebol.
Domínguez asumió la matriz del balompié Sudamericano con un discurso de apertura y de promesas de transparencia y lucha frontal contra la corrupción que había hecho estragos en el Comité Ejecutivo anterior del cual él formaba parte.
Sin embargo, la administración del dirigente paraguayo rápidamente se desdibuja volviendo a oscuras prácticas que se creían ya superadas con el FIFA Gate, como la recontratación de las mismas empresas que formaron parte de la estructura mafiosa que por décadas fueron cómplices de los dirigentes que saquearon las arcas de la Conmebol.
Alejandro Domínguez, por ejemplo, mantuvo por mucho tiempo a la empresa DATISA (Torneos, Traffic y Full Play) el principal artífice del pago de unos USD 110 millones en sobornos a la cúpula de la Conmebol, según la Fiscalía de los EE.UU.
Domínguez también mantuvo “a capa y espada” a su “padrino”, el imputado y con orden de captura internacional Marco Polo del Nero, quien fue sancionado por corrupción, de por vida, por el Comité de Disciplina de la FIFA recién en abril de 2018, pese a que el mismo presidente de la Conmebol, apenas asumió, puso a funcionar un “test de idoneidad” que en teoría inhabilitaba al brasileño pero en la práctica el paraguayo lo mantenía en el cargo y, peor aún, participaba activamente de sus reuniones y celebraciones como si nada.
Y justamente con el “test de idoneidad”, Domínguez supo reunir en su entorno a personas con oscuros antecedentes como el caso del presidente de la Federación Peruana de Fútbol (FPF) Edwin Oviedo, procesado por el asesinato de dirigentes sindicales y vinculado a la banda criminal “Los Cuellos Blancos del Callao” en el Perú. Oviedo se mantuvo en el cargo hasta el día de su detención, habiendo recibido el apoyo incondicional de Domínguez para permanecer en el cargo pese a estar ya imputado.
Otro ejemplo claro, es el actual presidente de la FPF, Agustín Lozano para quien Domínguez tampoco aplica el “test de idoneidad” pese a que el mismo es requerido por el Ministerio Público por presuntas graves irregularidades siendo alcalde en una ciudad peruana y fue encontrado culpable en un esquema de reventa de entradas para partidos de la selección, algo por el que la FIFA ya sancionó drásticamente a otros dirigentes.
DENUNCIA ACTUAL
A todo esto, se suma ahora la denuncia que el ex capitán de la Selección Paraguaya, José Luis Chilavert, presentó ante el Ministerio Público, en contra de Alejandro Domínguez por los presuntos delitos de lesión de confianza, lavado de dinero, evasión impositiva y asociación criminal.
Chilavert fue llamado a una declaración testifical ante la fiscal penal, Abog. Liliana Alcaraz, asignada a la Unidad Especializada de Delitos Económicos y Anticorrupción, en donde se ratificó plenamente en su denuncia contra el titular de la Conmebol.
“Quiero ratificar toda mi denuncia que está en la carpeta fiscal contra el señor Alejandro Domínguez Wilson-Smith. Son cuatro denuncias, una por lavado, lesión de confianza, asociación criminal y evasión de impuestos”, señaló el ex No.1 ante la fiscala.
En cuanto a la lesión de confianza, Chilavert dijo poseer documentos que demostrarían de que Domínguez, siendo todavía presidente de la APF, rechazó una oferta formal de la empresa Tenfield por USD 17 millones por los derechos de TV de la Selección Albirroja para las eliminatorias del Mundial de Rusia 2018, firmando días después un contrato con la empresa Ciffart (socia comercial de Full Play) por solo USD 9,3 millones, con perjuicio directo para los clubes paraguayos.
En relación a la evasión de impuestos, Chilavert sostiene que el mandamás de la Conmebol, manifestó públicamente que la Confederación es el único organismo en el mundo que recuperó USD 56 millones de la corrupción de la que él mismo participó siendo parte del Comité Ejecutivo durante la administración de Juan Ángel Napout y habiendo recibido entonces (según la auditoría forense practicada a la Conmebol) el monto de USD 374.000.
Sobre la acusación por asociación criminal, existe una prueba contundente de la viuda del Sr. Gustavo Encina (piloto paraguayo del trágico vuelo de LAMIA que costó la vida a casi todo el plantel del Chapecoense brasileño), Raquel Encina quien manifestó ante escribano que en varias ocasiones llevó a su ex marido a reunirse con Alejandro Domínguez en la Conmebol, algo que el titular de la Confederación negó reiteradas veces, apuntó.
Insistió y dijo tener pruebas en relación al cheque de USD 1.500.000, proveniente del pago de sobornos de la empresa DATISA y que supuestamente cobró el mismo Alejandro Domínguez cuando todavía estaba en la APF.
Fuente: expressnews