Sin ninguna oposición, la Cámara de Diputados aceptó la renuncia del cartista Orlando Arévalo, quien deja su banca tras verse involucrado en el escándalo de presunto tráfico de influencias conocido como #LaMafiaManda. Aunque su abogado había insinuado la posibilidad de retirar la dimisión, finalmente su salida fue aprobada en una sesión extraordinaria sin su presencia.
Arévalo, quien ocupó un lugar clave en el Jurado de Enjuiciamiento de Magistrados (JEM), primero como presidente y luego como vicepresidente, quedó expuesto por los mensajes extraídos del teléfono del fallecido diputado Lalo Gomes. Estos revelaron maniobras para favorecer a jueces y fiscales vinculados al cartismo. Ante la presión política y la amenaza de un proceso de pérdida de investidura, el legislador optó por renunciar el pasado 8 de febrero, buscando evitar una destitución forzada.
Su dimisión marca la primera caída dentro del escándalo que golpea al oficialismo. Sin embargo, dentro del cartismo hubo críticas por su salida, con el diputado Santiago Benítez acusando al Comando de Honor Colorado de “lavarse las manos” y permitir que Arévalo fuera el único en asumir las consecuencias del caso.
El lugar de Arévalo será ocupado por el suplente Saúl González Rojas, en un Congreso donde este episodio ha generado un fuerte impacto político y expuesto nuevas fracturas internas dentro del oficialismo.
