«A mí no me avergüenza las publicaciones del cargo de mi esposa. Me avergüenza lo que hice en el pasado», afirmó el presidente del Congreso, Silvio «Beto» Ovelar, durante una rueda de Prensa, hoy.
A lo que se refiere el senador Ovelar es el hecho que consumó, por tanto, se ganó el sobrenombre de “trato apu’a”. Un episodio durante una de las elecciones: en donde prometió clientelismo, mintió a paraguayos a cambio de sus votos, por cargos millonarios. Se le grabó y fue difundida el “trato apu’a”. En ese momento, Beto Ovelar, no tuvo de otra que aceptar, demostrando con “mucha congoja su arrepentimiento”.
Hoy presidente del Congreso, cuya esposa —actual— fue repuesta a su cargo anterior en Itaipú, quiere cambiar su pasado, porque “le avergüenza”. Su esposa que tendrá un salario de más de 100 millones, él (Beto), su salario es de casi 35 millones y maneja todo el presupuesto de SENADORES.
Con tantos privilegios, quien podría no sentirse “arrepentido y avergonzado”. Caradura y sinvergüenza, esas calificaciones le cuadran perfecto a este senador, ávido de poder. Uno de los políticos que mejor maneja el sistema de las prebendas y clientelismo. Ovelar se espabila también ante impunidad.
Que pretende compararse con un gran pensador, llamándolo a Sócrates en sus ponencias. Siempre Sócrates, no existen otros filósofos. Caradura, sinvergüenza y cínico al creer que puede confundir los paraguayos, pretendiendo instalar una Imagen de leído y pensador.
“NO PUEDO ESTAR CON UNA TILINGA”
El senador arrepentido por denigrar a la dignidad del Soberano, con su “trato apu’a”. Admitió que con su esposa, funcionaria de Itaipú, con un salario de más de 100 millones, forman equipo. Y que trabajan juntos para aumentar su patrimonio. Sin embargo, su sincericidio llegó a más: “No puedo estar con una tilinga”, y ser presidente del Congreso. Su petulancia, su ligereza para descalificar a las mujeres, todo lo que desenmascaró con su actitud y palabras, hoy.
Solo demuestra que quienes deben estar avergonzados por tener al frente de uno de los Poderes más importantes del país, es la ciudadanía. La ciudadanía paraguaya tiene todo el derecho de tener vergüenza y morderse por la impotencia, de contar con líderes de esta calaña, con el descaro de cargar sus palabras de orgullo e insolencia.
Silvio “BETO” Ovelar es todo lo que está mal y se encargó de gritar a los 4 vientos que: el fin justifica los medios. Y, encima, con una suerte de sátira y humor ácido, se autodefine como un “buche”. Pero, su pasado, sus actitudes y su manejo no solo lo confirman como un “buche”. También se pone en la lista: caradura, sinvergüenza, cínico, farsante, impune y «na hyguatai…».