“Gobierno hizo metástasis del crimen al distribuir al PCC en cárceles del país”
El miembro de la Sala Constitucional calificó como gran error mandar a criminales a todos los departamentos. Sobre el nepotismo, desligó de responsabilidad a la Corte. Rechazó puertas giratorias.
Ruth Benítez Díaz
@ruthbenitezdiaz
El ministro de la Corte Víctor Ríos se mostró preocupado por la superpoblación carcelaria. También cuestionó que se use el Estado para intereses privados como es el caso de las puertas giratorias. Negó que el cartismo tenga intención de sacar ministros y armar una Corte a su medida.
–¿Qué responde a las acusaciones de que la Corte tiene responsabilidad en los casos de nepotismo por otorgar la inconstitucionalidad contra la ley de la función pública?
–No tiene nada que ver eso con probables casos de nepotismo, la Corte nunca dijo que la ley de nepotismo es inconstitucional y se puede practicar el nepotismo en el país. Lo que nosotros otorgamos son medidas cautelares, por ejemplo, para que jubilados puedan volver a ser contratados. Con los votos del ministro Diesel y el mío consideramos que una persona a los 65 años, si se jubila y es experta y una entidad del Estado necesita su servicio, no se le debería prohibir que pueda ser contratada. También tenemos varias acciones de inconstitucionalidad contra la jubilación obligatoria y la Corte, con votos del ministro Santander y el mío, decimos que no corresponde una medida cautelar y que no es inconstitucional porque la Constitución al no establecer un límite de edad para la jubilación dejó eso como competencia del Congreso y del Ejecutivo.
–Pero el mismo presidente dijo que ese era un problema, que pasó por una experiencia igual en el Banco Central, donde se basaron en mecanismos internos para contratar.
–Desconozco el caso del Banco Central, pero las acciones que otorgamos no tienen nada que ver con el nepotismo. No le decimos que pueden contratar a su hermano o a su novio.
–Sobre esa línea y el uso del Estado para intereses privados, ¿considera que debió regularse correctamente la puerta giratoria?
–Cuando fui parlamentario varias veces intenté aprobar la ley de puerta giratoria, que es una vergüenza. Si Estados Unidos, que es hipercapitalista y liberal, vio eso como un problema en el funcionamiento del Estado, imagínense nosotros, es grave que el Estado se utilice como medio para obtener privilegios que no corresponden en un Estado democrático.
–Sobre la injerencia de poderes fácticos en la Justicia, ¿cómo se maneja la Corte con la influencia de sectores económicos y políticos?
–Mi caso es particular, de una banca del Senado pasé a ser ministro de la Corte, entonces se supone que yo tendría que estar permanentemente recibiendo esa presión del mundo político, pero hasta hoy nunca nadie me planteó absolutamente nada en términos de presión. Sí que la gente pide cosas, obviamente. Si hay un conflicto vienen de una parte u otra. Esto es el pan nuestro de cada día. Yo hasta hoy no sentí ninguna presión ni del mundo político ni económico ni de fraternidades ni de gremios. Ahora, que son poderes que existen en la sociedad y que tratan de influir no solamente en el Poder Judicial, sí, pero eso es así aquí en Paraguay y en cualquier lugar del mundo, porque son poderes que existen, tienen intereses y necesitan. Por ejemplo, una corporación importante, un gremio importante, necesita que se aprueben leyes que protejan sus intereses, entonces van a tratar de influir sobre parlamentarios.
–¿Es inevitable aunque hagas reformas?
–Cómo impedís que un gremio importante que influye en la economía nacional, por ejemplo, los importadores, no operen sobre el Ejecutivo o sobre el Legislativo. Pero si uno está en la responsabilidad pública de emitir sentencias judiciales, tiene que tener la suficiente habilidad ética y coraje moral para tomar las decisiones de acuerdo con lo que dicta la Constitución.
–En el caso del Jurado de Enjuiciamiento de Magistrados, ¿cuál sería la salida ante el desequilibrio de poder y la degradación política?
–Es una decisión política. Si se hace una reforma constitucional, uno puede optar por conservar tanto el Jurado como el Consejo, así como están, o juntar ambos órganos como se hace en Argentina. Pero el problema más grave del jurado lo tiene en sus manos el Parlamento. Por ejemplo, el caso González Daher, que es producto del sistema que el Congreso hasta hoy no pudo modificar, y es el caso de la oficiosidad, que el Jurado de Enjuiciamiento de oficio investigue a los magistrados, entonces le puede suspender sin denuncia alguna. La tentación es grande. Hay deshonestidad, hay abuso de parte del presidente, pero el sistema le permite. Por eso se debe eliminar la oficiosidad. Tiene que haber alguien que impulsa la causa. Pero si nosotros generamos un sistema que genera monstruos no nos asustemos del abuso de poder.
–Sobre la superpoblación de las cárceles, uno de los motivos es el punitivismo, ¿qué solución podría darse a la situación?
–Es un problema político y cultural, el populismo punitivista, que el mensaje es cuanto más dura la pena, mejor, y hay que meter más gente a las cárceles. Paraguay tiene uno de los índices más altos de personas en prisión preventiva con relación a su población y no se soluciona el problema de la inseguridad. Son presas fáciles del crimen organizado. El mejor ejemplo es Rotela.
–¿El operativo en Tacumbú fue una medida necesaria?
–No sabemos si después de lo que ha ocurrido el Estado definitivamente va a recuperar su soberanía en las cárceles o vendrán otros a ocupar el lugar que dejó Rotela, que era el que controlaba la situación. A él se le retiró y como el Estado no se hace cargo, hay presos que pelean por la comida. Acá se cometió el grave error de haber distribuido a miembros del PCC a todas las cárceles del país, y con eso se está facilitando que puedan ir a reclutar soldados en todo el país. Ayudó a que haga metástasis. Cuando la recomendación es que a los miembros de esas organizaciones tan poderosas hay que tenerlos en un centro de alta seguridad y concentrados. No recuerdo en qué momento de la historia de este país a alguien se le ocurrió hacer lo que hicieron, entonces hoy tenemos PCC en Misiones, en Itapúa, en San Pedro, en Pedro Juan Caballero, en Caaguazú. Cuando quieran tomarán la decisión a rajatablas sin que el Estado pueda impedir que decapiten gente y jueguen fútbol con la cabeza. Esto demuestra que la superpoblación carcelaria no es el camino.
–¿Cuál sería la solución?
–Por ejemplo la pulsera electrónica o tobillera es muy interesante, yo soy el proyectista como parlamentario, pero era para que se use con casos de violencia contra la mujer, pero puede aplicarse para otros casos. No es legítimo que el Estado diga que no tiene presupuesto para aplicar.
–Uno de los mayores cuestionamientos hacia este modelo de gobierno fue el copamiento del Estado. Sobre ese punto, ¿es real que dos ministros recibieron la propuesta de ser embajadores para que se pueda armar una Corte funcional al cartismo?
–Esa fue una versión que hubo. De ese tema hablamos los nueve. Nadie dijo que haya recibido ese tipo de ofrecimiento. No hay intención, salvo que el ofrecimiento implique ya una salida decorosa, yo no creo que ningún ministro acepte ir de embajador. A veces se ofrece una salida para más decorosa para no ir por una vía más radical. Salvo que sea una moneda de cambio para evitar un juicio político, no creo que ningún ministro acepte ir como embajador.
No recuerdo en qué momento de la historia a alguien se le ocurrió hacer lo que hicieron, hoy tenemos al PCC en todo el país.
Salvo que sea una moneda de cambio para evitar un juicio político, ningún ministro tiene intención de ir como embajador.
Cómo impedís que un gremio que influye en la economía no opere sobre el Ejecutivo o sobre el Legislativo. Víctor Ríos, ministro de la Corte.
Fuente: Ultima Hora